Desde su natal Argentina, a los seis años el rugby se convirtió en una parte importante en la vida de Franco Guerrero, quien con cuatro años de práctica tomó rumbo hacia tierras aztecas para continuar con su formación.
Tras su paso por Roosters, el ahora central de Tazmania y de la Selección Nacional vivió una «experiencia única» en la North American Academy, en un programa de desarrollo de jugadores en su formación hacia el Alto Rendimiento.
Rubén Duque, entrenador de la Selección, se convirtió en su principal aliado, pues lo propuso a él y a Tobías Hernández (ITESM) para participar en el proyecto. «Creo que ser jóvenes nos ayudó», comentó.
Por una semana, la Academia en Gleandale, EE.UU. se convirtió en su hogar, con entrenamientos de cinco horas en gimnasio y cancha de alta tecnología.
«Los entrenamientos son muy intensos, la tecnología es increíble: fue una gran experiencia. Estar ahí fue muy duro físicamente, pues había muchas juntas y análisis de videos para saber qué hacíamos bien o mal en la práctica, pero me encantó«.
En Estados Unidos, Guerrero contaba con un GPS que medía la distancia recorrida, además de personal encargado de grabar las sesiones y asesores físicos.
Sus 15 años de experiencia en el rugby aseguran: «México tiene las habilidades para competir, obviamente requiere de cierto recurso económico, pero en cuanto al entrenamiento vamos por buen camino. México explota todas las cualidades de los jugadores».
Las actividades en la North American Academy finalizaron con un enfrentamiento ante el campeón universitario de rugby: Life University, en el que Franco Guerrero tuvo participación 20 minutos.
«Allá es un rugby muy frontal, muy físico. Aquí buscamos el desequilibrio», manifestó.
Tras su vuelta a la Ciudad de México, Franco se reincorporó a los entrenamientos con Tazmania para colaborar en la defensa del liderato de la Zona Metropolitana de la Liga Mayor.
