FIBA recibió desde el 10 de junio a través del New York Times y Human Rights Watch varias denuncias sobre acoso sexual sistémico dentro de la Federación de Baloncesto de Mali.
Al recibir dicha información, FIBA compartió inmediatamente su contenido con el profesor Richard McLaren, oficial de integridad independiente, quien abrió una investigación sobre el asunto. El Oficial de Integridad ha confirmado que se espera que el informe se entregue poco después de los Juegos Olímpicos.
El Secretario General de la FIBA ha solicitado a la Federación Nacional de Mali ponga a disposición su plena colaboración con la investigación. Las siguientes personas malienses han sido suspendidas de todas las actividades de la FIBA mientras se lleva a cabo la investigación: el entrenador Amadou Bamba, el entrenador Oumar Sissoko y el árbitro Hario Maiga.
Se alega que el presidente de la FIBA sabía o debería haber sabido sobre los abusos sexuales en la Federación de Baloncesto de Mali, particularmente durante su tiempo al frente de esa federación desde 1999 hasta 2007. El presidente de la FIBA, que niega rotundamente las acusaciones, ha tomado la decisión de echarse a un lado temporalmente mientras se lleva a cabo la investigación. También ha ofrecido su plena colaboración en la investigación. Mientras tanto, según las reglas de la FIBA, el primer vicepresidente de la FIBA, el jeque Saud Ali Al-Thani, lo sustituirá. FIBA enfatiza el derecho del presidente a la presunción de inocencia y no hará más comentarios en espera del resultado de la investigación.
FIBA tiene tolerancia cero para todas las formas de acoso y abuso y extiende su más sincera compasión por las víctimas de tal conducta. FIBA se compromete a garantizar que los informes de dicho comportamiento se tomen en serio y se investiguen adecuadamente.
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